Los contratos por diferencia (Contracts for Difference, CFD) son populares entre inversores que operan activamente en los mercados financieros de todo el mundo. Su popularidad creció con la introducción de los CFD en Australia en el 2002. El mercado australiano de CFD creció rápidamente en tan solo cinco años, y Australia se convirtió en el primer país del mundo en ofrecer CFD cotizados en mercados centralizados además de CFD extrabursátiles (OTC).
Con una apasionante historia detrás, los CFD se han erigido en el método más común de operar con derivados en el mercado australiano. Están regulados por la Australian Securities and Investment Commission (ASIC) y traen consigo diversas ventajas para el trading. Sin embargo, son también complejos y conllevan un elevado riesgo potencial. Si vas a operar con CFD resulta vital saber cómo funciona el mercado, y este artículo te ayudará a ello.